En casa de mis padres éramos 10 hermanos. Los mayores trabajaban en el campo, los más pequeños nos íbamos con mi madre a buscar agua para lavarnos, beber y cocinar.

Íbamos tres veces al día a por agua.

La ropa se lavaba en el rio con jabón hecho en casa, se dejaba al sol un rato para que se quedara blanca y luego se aclaraba. Después de lavar, volvíamos a casa con un cubo y dos botijas llenas de agua, tanto para cocinar como para beber.

Con el tiempo, hicieron pozos que con ayuda de motores llenaban las acequias que servían para regar los campos. Allí era donde los niños nos bañábamos y jugábamos, lo pasábamos muy bien.

Puri
09-01-2014