Queridísima fuente, cuando me hablan de ti, me gusta recordar. Recupero sonrisas, que quedaron atrás.
¡Que bien cantas amiga! Reconozco tu voz. Cuando oigo tu música, sorbo a sorbo acaricio el elixir del amor.
Es tu agua deliciosa, fuente de inspiración. Cuando pienso en tus caños, mi garganta te llama, y en mi pecho despiertas, la alegría de sol.
Cuando me hablan de ti, no dejo de soñar. Con mis manos te abrazo, con mis ojos te beso, y mi boca sedienta, paladea y disfruta, tu agradable sabor.
Julia Olaya López
14-01-2014